Varias colonias y comunidades de Bacalar reportaron afectaciones por las lluvias de las últimas horas, desde casas inundadas hasta colonias que llevan varias horas sin energía eléctrica.

Marcelino Jiménez Contreras, director de Protección Civil y Bomberos de la zona, expresó que, si bien las precipitaciones de la semana pasada no tuvieron mayor afectación en el municipio, las de las últimas horas si, llegando a ser más de 2 mil 800 personas las que se encuentran en una situación comprometida.

Y aunque la actividad turística se paralizó por casi un día, pronto volvieron a la normalidad. Aunque aún es necesario atender otros problemas urgentes.

“Ya tenemos a todo el personal trabajando a marchas forzadas para desazolvar las calles con altos niveles de agua, así como gente apoyando a la población que necesita ser evacuada de sus hogares. Otra cuadrilla se dedica a la limpieza de alcantarillas para que el agua baje más rápido, mientras que otros más están trasladándose a las comunidades para llevar ayuda”, declaró.

Añadió que incluso los propios vecinos se organizaron para abrir canales de desagüe rompiendo las vialidades, a fin de que el agua estancada fluya hacia terrenos baldíos que se encuentran a desnivel del suelo.

Últimas lluvias en Bacalar deja a 2 mil personas en situación comprometida / (Foto: SIPSE)

Citó que el reto más grande que tienen es el de coadyuvar para reestablecer el servicio de energía eléctrica, pues es trabajo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Sin embargo, citó que están al pendiente para colaborar en todo lo necesario para agilizar estos trabajos de reconexión.

“Es un problema que lamentablemente siempre tenemos presente y que requiere la atención de todos los niveles de gobierno, así como de la población local. Necesitamos que las personas se conecten al drenaje para evitar el desbordamiento de aguas negras. En caso de que no lo hagan, aplicaremos las sanciones correspondientes”; señaló.

Respecto a la laguna de Bacalar, detalló que la mantienen vigilada ya que usualmente las lluvias originan rebosamiento de aguas residuales que provienen de fosas sépticas de casas y construcciones irregulares que no están conectadas al drenaje sanitario y que va a parar al cuerpo de agua.