La salud del Papa Francisco Bergoglio, ha conmovido al hemisferio, circunstancia que entristece profundamente, no solo al mundo católico, sino hasta los que profesan otras creencias, rezan por la seguridad de este gran jesuita que, como vicario de Cristo, ha recorrido varias naciones predicando el Evangelio.

Oriundo de Argentina, el Papa Francisco, nació el 17 de diciembre de 1936, en una característica familia de clase media en el barrio de Flores de la ciudad de Buenos Aires.

No deseamos que piensen que actuamos como masoquistas, al expresar que no olvidamos al turco terrorista que disparó al querido e inolvidable Papa Juan Pablo II, que a pesar de su avanzada edad y gracias a su vitalidad física, salvó su vida de dicho atentado. En su momento se dijeron muchas conjeturas en torno a estos dolorosos hechos, y nos preguntamos ¿por qué el papá? Estos acontecimientos angustiaron a todo el orbe, y nos motiva a meditar, por qué la deshumanización cada día, desafortunadamente avanza.

Por otro lado, recordamos a otro entrañable vicario de Cristo, el Papa Benedicto XVI (Papa Emérito) nacido en Alemania el 16 de abril de 1927 y fallecido el 31 de diciembre de 2022. Se dice que uno de los principales motivos de su renuncia fue el insomnio que padecía, aunado a su avanzada edad.

Es importante mencionar que el mundo está viviendo una de las etapas de desastre más angustiantes, mientras que a los países poderosos les quita el sueño aumentar la fabricación de armas nucleares para probar quién se destruye primero.

Nuestros hermanos se debaten en un ambiente de adversidad y muerte, su voz ha trascendido en todo el planeta con caracteres de acusación protesta y condenación, no en otra forma corresponde expresarse, es la voz demandando de los violadores de la ley, los bienes a que tienen derecho.

Elevemos las oraciones para que se logre el respeto a los principios de no intervención y de libre autodeterminación para la pacífica convivencia entre los pueblos.