En las recientes elecciones legislativas francesas, la ultraderechista Agrupación Nacional ha logrado una significativa ventaja en la primera vuelta, según proyecciones de varias agencias de sondeos. Este resultado supone un duro golpe para el presidente centrista Emmanuel Macron, cuya estrategia de convocar nuevamente a los votantes parece haber fracasado.

Las proyecciones iniciales sugieren que la coalición de partidos centristas de Macron podría quedar relegada al tercer lugar en esta primera ronda. La Agrupación Nacional, liderada por Marine Le Pen, se posiciona al frente, seguida de una nueva coalición de partidos de izquierda que se unieron con el objetivo de contrarrestar al partido antiinmigración de Le Pen, conocido por sus vínculos históricos con el antisemitismo.

Este escenario plantea un panorama incierto para las elecciones finales que se celebrarán el próximo domingo.

Macron y el primer ministro Gabriel Attal han pedido a los votantes que se unan contra la extrema derecha en la segunda vuelta. “Ni un solo voto debe ir a la Agrupación Nacional. Francia no se merece eso”, afirmó Attal, en un llamado a frenar el avance de la extrema derecha.

Por su parte, Marine Le Pen, en un discurso ante una multitud entusiasta que ondeaba banderas francesas, solicitó a sus simpatizantes y a aquellos que no apoyaron a su partido en la primera vuelta que lo hagan en la segunda.

Le Pen busca obtener una mayoría legislativa que permita a su partido formar gobierno, lo que llevaría a su protegido, Jordan Bardella, de 28 años, al puesto de primer ministro.

El desenlace de estas elecciones se mantiene incierto, y los próximos días serán cruciales en la definición del futuro político de Francia.

(Con información de The Associated Press)