La final del Abierto de Miami estuvo marcada por una serie de desafíos, pero ninguno fue mayor que el joven talento checo Jakub Mensik. Con apenas 19 años y 1,93 metros de estatura, el número 54 del mundo logró una victoria histórica sobre Novak Djokovic, venciendo al serbio en dos intensos desempates por 7-6 (4), 7-6 (4).

“Este es un momento de alegría para él y su familia — un torneo increíble, el primero de muchos. Me duele admitirlo, fuiste mejor. En los momentos decisivos entregaste lo necesario. Para un jugador joven como tú, esto es una gran característica”, admitió Djokovic al final del encuentro.

Djokovic, quien aspiraba a su título número 100 y un récord de siete trofeos en Miami, tuvo que lidiar con múltiples obstáculos: una larga espera de más de cinco horas debido a la lluvia, una infección ocular y una cancha resbaladiza por la alta humedad. El mayor reto fue el juego implacable de Mensik, quien dominó con un potente servicio de 130 mph, sumando 14 aces y cediendo solo un quiebre en todo el partido.

Cuando Mensik conectó un saque ganador en el punto de partido, se dejó caer de espaldas, celebrando un triunfo que lo posiciona como una de las nuevas promesas del tenis. Para Djokovic, el resultado fue un revés inesperado, pero el público en Miami lo recibió con calidez, una relación que ha evolucionado a lo largo de los años.

El serbio mostró signos de incomodidad por su infección ocular, aplicando gotas durante el primer set. También sufrió varios resbalones en una pista afectada por la humedad, que alcanzó el 90% tras horas de lluvia. 

En un intento por mejorar su agarre, solicitó al árbitro un cubo de aserrín para secar su empuñadura.

Mensik, que había caído ante Djokovic en el Masters de Shanghái el año pasado, admitió que en esa ocasión jugó con nervios. Esta vez, en su primera final de un Masters 1000, demostró madurez y confianza, a pesar de que en 2007, cuando Djokovic ganó su primer título en Miami, él tenía menos de dos años.

El partido, originalmente programado para las 3 de la tarde, comenzó a las 8:37 de la noche debido a la lluvia y a la final de dobles femeninos. Sin embargo, la espera valió la pena para Mensik, quien ahora se perfila como una de las grandes figuras del circuito.

Con información de AP