El huracán “Beryl” acapara los espacios. Hoy se conocerá con mayor precisión dónde impactará en el territorio quintanarroense y en qué categoría, probablemente mañana en la tarde. Las autoridades de los tres niveles han informado con puntualidad sobre su posible trayectoria, alertas, acciones de cuidado, protocolos, sesiones extraordinarias y mesas de trabajo. En sentido figurado: un temporal de acciones preventivas.

La gobernadora Mara Lezama lidera los preparativos. Fiel a su estilo, en sus roles de estratega y comunicadora eficaz. “Sepan que el gobierno está unido y trabajando a favor de la gente”, dijo en una de sus presentaciones ampliamente replicadas en las redes sociales. Orientación no falta.

El esfuerzo para coordinar y difundir es descomunal. Se trata de un despliegue sin descanso, con la participación activa del personal de distintas instituciones. No hay margen para la desidia o la indiferencia en el equipo encargado. Lo mismo en el norte que en el sur del estado.

En pocas horas, por ejemplo, la gobernadora informó la estrecha coordinación entre el gobierno estatal, el gobierno federal, los gobiernos municipales y las fuerzas armadas. También sostuvo reuniones con representantes del sector salud, hospitales públicos y hospitales privados; asimismo, con el sector turismo, embajadas, aerolíneas, hoteleros, navieras y otras instancias. Y siguen en ello.

Los antecedentes de Chetumal y zonas aledañas con las lluvias de hace dos semanas mantuvieron activada la alarma. En Quintana Roo estuvo ayer Laura Velázquez Alzúa, coordinadora nacional de Protección Civil, y pocos días antes el secretario de Marina, almirante José Rafael Ojeda Durán. Se instaló el Centro de Mando, en Cancún. Las fuerzas del orden y la seguridad permanecen vigilantes.

El presidente Andrés Manuel y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, conocen de primera mano dicho despliegue. Estuvieron el fin de semana, en supervisión al Tren Maya, y reiteraron el apoyo sin condiciones de la Federación frente a las contingencias en la Península de Yucatán.

Son, todas aquellas, señales de aliento para toda la temporada ciclónica que apenas comienza y que se extenderá casi hasta fin de año. Cabe esperar la información oficial, poner atención a los canales formales de comunicación y aplicar las medidas de precaución a su alcance.

La cultura de prevención debe prevalecer a la “cultura de pánico”.