Juguete roto

El PRD es el juguete roto de la alianza. Después de 36 años, en cuestión de días será formalizada...

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El PRD es el juguete roto de la alianza. Después de 36 años, en cuestión de días será formalizada su desaparición en el país, misma suerte encontrará en Quintana Roo debido a que no alcanzó el 3% de la votación.

¿Qué falta? El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la máxima autoridad en la materia, debe resolver las impugnaciones y validar así los resultados definitivos. Están en ello. Mientras sucede, paga nóminas, impuestos y servicios básicos, en espera de la notificación. La “espera cruel” se extendería hasta agosto; en todo caso, antes de que el nuevo Congreso de la Unión rinda protesta el 1 de septiembre.

El PRD podrá mantener el registro como partido local en estados donde obtuviese un porcentaje mayor al 3% y donde postuló a candidatos propios en los comicios anteriores, dicta la norma. Podrá tener los escaños que gane por el principio de mayoría relativa, pero no puede acceder a curules de representación proporcional. Esa regla cerraría la puerta del Senado a Jesús Zambrano, su dirigente.

En Quintana Roo consiguió poco más de 20 mil votos de acuerdo con el cómputo distrital del Instituto Electoral, en la elección para diputados (la cual le da el registro), que es igual al 2.6% de los votos válidos emitidos. Le faltarían unos 3 mil votos. Casi imposible de lograr en un hipotético recuento.

Lejos quedaron aquellos años de esplendor, cuando gobernaron Benito Juárez, disputaron la gubernatura contra el otrora poderoso PRI y haber sido una oposición firme aun con tribus que peleaban el control interno.

¿Su debacle se debió a Morena o a sus malas decisiones? Algunos analistas consideran que la aparición y consolidación de Morena fue lo que terminó de profundizar la crisis en el partido del sol azteca. Otros opinan que fue el Pacto por México y las alianzas con PAN y PRI. Fue, digamos, un juguete, un peón de esos dos para obtener los acuerdos esperados, que no fructificaron, pues las derrotas son conocidas.

Hoy hablan de refundación, otro nombre y abrirse a la ciudadanía. Algo similar proponen en el tricolor de “Alito” Moreno, con cambio de nombre y logo incluido. Igual en el blanquiazul, con miras a la renovación de la dirigencia de Marko Cortés, cuestionada por sus malos resultados en las urnas. ¿Será más de lo mismo?

En Quintana Roo el PRD de Leobardo Rojas, roto, fracturado, se mantiene en la tensa espera de los avisos oficiales de las autoridades electorales.

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