Invasión
“Invertir en conocimientos produce los mejores intereses”, Benjamín Franklin.
Cada día vemos más y más motocicletas circulando por las calles. Es comprensible, porque son más económicas que un coche. Requiere de menos lugar de estacionamiento. Son rápidas y pueden evitar muchos tráficos.
Sin embargo, hemos detectado que muchos de los conductores no conocen el reglamento de tránsito. Rebasan por la derecha, sin importar si hay espacio suficiente o no. Personalmente, me ha tocado que manejando en calles estrechas, donde hay además baches, que uno va lidiando por evitarlos, para no caer; de la nada aparece una moto rebasando por la derecha, sin importar que es prohibido hacerlo por la derecha y menos si hay escasos metro y medio para pasar con su moto. Es algo recurrente tanto para mí, como para otros conductores de coches, que muchos han comentado que está sucediendo constantemente.
Otra situación en la que vemos frecuentemente; cuando los coches por algún motivo se paran en un cruce, ya sea para dejar al peatón cruzar o para que otro coche pueda pasar; las motos no se detienen, pudiendo provocar accidentes.
Cuando hay más tráfico, zigzaguean entre los coches, van a mayor velocidad que los automóviles, sin importar nada. Cuando un coche se quiere pasar de carril a otro, lo más difícil es ver que una moto no venga, porque difícilmente esta dará el paso, por lo general, además van a una velocidad mayor que todo el resto de los automóviles.
Todo esto y mucho más es lo que me ha tocado ver, escuchar, y para muchos sentimos peligro por las calles, porque vienen tan rápido, que en muchas ocasiones los conductores de los coches no los ven.
Siendo que son muy confortables para la movilidad, algunas de las motos que circulan se han vuelto un peligro porque saben muy bien cómo manejar la moto, pero desconocen totalmente el reglamento de tránsito. Sería muy importante que empezaran a vivirlo, por seguridad principalmente de ellos. Ya que la carrocería que tienen es su propio cuerpo.
Las motos siempre seguirán siendo un gran atractivo para manejarlas y para usarlas de transporte; solamente hay que aprender el reglamento de tránsito, para llevarlo a cabo y así tener más seguridad para todos y mejorar el bien común.