Tras la emergencia, la ayuda. Las contingencias tienen un “antes, durante y después”, donde la etapa final, de asistencia y apoyo, es tan importante como la previa, cuando la prevención es crucial para saber qué sigue. Por ello es relevante entender, e incluso valorar, en su justa medida, la atención a las familias tras las lluvias que provocaron inundaciones.

En Chetumal, la gobernadora Mara Lezama desplegó a un equipo que ha permanecido al pie del cañón para elaborar un diagnóstico preciso para conocer las zonas más afectadas, qué necesitan y cómo se les puede ayudar. Así surgieron las ideas sobre créditos, despensa, colchones o enseres domésticos, según lo requerido. Lo mismo con respecto a los albergues o la comida caliente a disposición.

La reasignación presupuestal de 37 millones de pesos es una de aquellas reacciones que entregan alivio por su alcance y amplitud. "Seguirán fluyendo de manera transparente, directa, cuidando el dinero del pueblo y combatiendo la corrupción” ha dicho la gobernadora en los recorridos domiciliarios.

En el municipio capitalino llovió en un día lo de un mes. Por eso fue atípico. Las demás causas son conocidas: zonas bajas, coladeras tapadas por basura en la calle, entre otras. Lo importante es aprender y corregir.

En Isla Mujeres también llovió a cántaros. Se ha dicho que la cantidad de precipitaciones fue mayor que en el sur, pero en un mayor periodo, aunque se atiende sin distingo a las familias. La presidenta municipal, Atenea Gómez Ricalde, entregará al concluir la semana más de 4 mil apoyos alimentarios.

Con dichas entregas se han visto beneficiadas personas adultas mayores y con discapacidad; madres de familias pertenecientes al programa “Isleña de Corazón”; pescadores del programa “Familia Pescadora”, y trabajadores de las cooperativas turísticas.

En Puerto Morelos, la presidenta municipal, Blanca Merari, encabezó ayer la entrega de apoyo alimentario del programa estatal "Comemos Tod@s", que beneficia bimestralmente a 750 mujeres de Leona Vicario y a un número mayor de la cabecera municipal.

Es un programa emprendido por la gobernadora para atender la problemática de la carencia alimentaria y promover el empoderamiento de las mujeres, que en estos tiempos cobra un sentido especial: solidario, sensible, humanista.

Así mismo en otros municipios del centro y sur del estado, como el Tulum de Diego Castañón o el Bacalar de “Chepe” Contreras.

Llegará la calma. Pero sin bajar la guardia.