Pasada la euforia de la victoria panista en las elecciones de comisarios en Mérida, pasamos al análisis del impacto que la nueva forma de gobernar de Cecilia Patrón Laviada tuvo o tendrá en las preferencias electorales de los meridanos.

1.- No cabe duda que la presencia territorial seguirá siendo fundamental para rescatar, conservar y refrendar las simpatías de los comisarios, tomando en cuenta las nuevas vocaciones de cada uno de estos territorios en donde esta “figura auxiliar” sigue constituyendo una esfera de influencia política.

2.- El proceso del pasado domingo no estuvo exento de intervención de operadores de Morena, sin embargo, el partido guinda se desfondó al obtener únicamente 17 de las 47 comisarías que ese día eligieron a sus autoridades auxiliares. Está visto que Morena, al menos en Yucatán, se comporta como una gran cofradía que sólo se activa cuando hay elecciones presidenciales.

3.-El presumir que Morena ganó nuevos territorios puede ser aventurado, cuando en realidad es el propio PRI, que al cambiar de color, mantuvo su influencia en las 17 comisarías que optaron por el color guinda.

4.-El PAN consiguió la victoria en 29 comisarías, y de manera sorpresiva recuperó varias más del norte meridano, como Chablekal y Komchén, que estaban en manos de Morena y del PRI, respectivamente. Además refrendó su victoria en Dzununcán, Molas y San Pedro Chimay, en el sur, entre otras. Los primeros reportes también señalan que ganó en Xcanatún.

5.-La lectura es obligada y resultaría provechoso considerar cómo fue que en apenas tres meses el PAN logra este triunfo tras el proceso del 2 de junio en el que Rommel Pacheco obtuvo 80 mil votos. ¿Dónde quedó esa maquinaria morenista? Pareciera, como dijimos al principio, que Morena se comporta como una cofradía que sólo se activa en elecciones. En contraste, parece que los programas sociales y el trabajo de las dependencias municipales que se dedican a la atención de la gente está rompiendo la vieja narrativa de que en Mérida prevalece la desigualdad entre el norte y el sur, argumento que todo el tiempo explotaron los morenistas en las comisarías.

6.- Por último, es innegable que el trabajo de Flora Zapata y Arturo León desde la coordinación general de Justicia Social y Desarrollo Humano rinde frutos al estar ambos cerca de la gente, hablando de manera distinta y, lo más importante, escuchando de manera distinta las inquietudes de la gente, lo cual derivó en estos resultados que representaron un duro golpe a Clemente Escalante Alcocer, director de Cultur, a quien le encargaron la operación política de las elecciones en comisarías.

En contraste, a gente como Felipe “Felipao” Pacheco se le notó una amplia sonrisa, pues tras los resultados del 2 de junio, el domingo pasado comprobó que las cosas no fueron como se las pintaron.