Ciencia y trabajo: Rodolfo Menéndez y su visión de la educación profesional

José Ramón Pérez Herrera: Ciencia y trabajo: Rodolfo Menéndez y su visión de la educación profesional.

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El pasado 3 de noviembre se conmemoró el nonagésimo tercer aniversario luctuoso de Rodolfo Menéndez de la Peña, quien, en el último tercio del siglo XIX y las dos primeras décadas del XX, se destacó como uno de los intelectuales y pedagogos más importantes de Yucatán. Sus contribuciones en el campo de la educación, la literatura y la cultura le valieron, dos años después de su muerte, el reconocimiento del Congreso del Estado como “Benemérito de la Educación Pública en el Estado”.

Con la finalidad de honrar a este ilustre personaje, a continuación reseñaré algunas de las ideas claves que expresó en su ensayo “La Reeducación de las Naciones. Ciencia y Trabajo”, publicado en el Boletín de la Universidad Nacional del Sureste en su época I, tomo I, Núm. 4, de junio 1922. Al inicio de su ensayo, Rodolfo Menéndez de la Peña explica que, en los países más avanzados de la época, la enseñanza primaria había alcanzado el carácter de obligatoriedad. En el caso de México, se estableció como ley el 13 de julio de 1877 y fue reglamentada el 31 de agosto del mismo año.

En términos generales, Menéndez de la Peña señaló que, mediante la escuela y los avances científicos, se buscaba llevar a la práctica “el novísimo ideal de hacer mejores a los pueblos, es decir, de inculcarles principios humanitarios y armónicos, fraternales, moralizadores y justos”. Sin embargo, advertía que sólo con la enseñanza primaria era difícil alcanzar ese objetivo, ya que los jóvenes concluían sus estudios “sin saber lo suficiente para arrostrar la lucha por la vida, ni para emprender nada en beneficio propio y de sus semejantes”. Esto, según él, los convertía en simples operarios explotados por empresarios.

Las naciones europeas, menciona en su texto, buscaban corregir estas deficiencias mediante la implementación de la “Enseñanza profesional obligatoria”, es decir, con nuevos programas enfocados en ámbitos literarios, científicos, industriales, mecánicos, agrícolas, comerciales, marítimos, artísticos y otros más. Estas carreras profesionales, pensaba, debían apoyarse en centros industriales, agrícolas, comerciales, empresariales, y de artes y oficios, donde los estudiantes pudieran aplicar los conocimientos adquiridos en el aula. Todo esto quedaba resumido con la divisa: Ciencia y Trabajo.

En este sentido, consideraba imprescindible “que la enseñanza en las naciones tenga los caracteres de uniforme, homogénea y nacional, y que al mismo tiempo, sea esencialmente experimental, y práctica, aplicada a las nuevas necesidades que los acontecimientos mundiales han hecho o hacen adquirir a los pueblos”. Y sentenciaba: “Esto es costoso y difícil”. Este principio pedagógico de la relación escuela – trabajo es de larga data y, en la actualidad, se conoce como educación dual: una modalidad educativa en la que se busca que los estudiantes reciban la formación teórica en la escuela y la formación práctica en empresas.

En el marco de su aniversario luctuoso, estas breves líneas han intentado destacar algunas de las ideas que Rodolfo Menéndez de la Peña expuso hace poco más de cien años, demostrando que fue un hombre adelantado a su tiempo.

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