Enfermedades con atribulado cambio
Jacinto Herrera León: Enfermedades con atribulado cambio.
Cada día es más común ver que gente joven se infarta, tiene una ruptura de aneurismas, hipertensión arterial, diabetes mellitus, o padece de cáncer. Como servidor de la salud, este particular me preocupa, toda vez que estamos viendo un giro de 180 grados en cuanto a los sujetos afectados por enfermedades que antes se consideraban de la tercera edad, pero, sin duda, el parte aguas de estos cambios son atribuibles a secuelas o consecuencias tardías del Covid-19 y las enfermedades infecciosas con sus consabidas mutaciones.
Los excesos en el trabajo, estrés, exigencias sin mediar análisis ni cuestionamientos hacia cualquier servidor, llámese del área privada o institucional, están orillando a la aparición de enfermedades que en otrora época su presencia era patente arriba de los cincuenta años. Luego entonces, ¿qué factores están influyendo a tal fenómeno?; me permito plantear algunas hipótesis, con las cuales, usted amable, lector podrá estar o no de acuerdo.
En primer término, mencionaría a la microbiota y/o macrobiota, que son los gérmenes que habitan de forma simbiótica (en equilibrio y de común acuerdo con nuestro organismo sin afectarnos) en el exterior (la piel) o en el interior (el intestino), que cual cancerberos permiten o no la entrada con posterior estímulo favorecedores para el desarrollo de enfermedades inmunológicas. Alguna vez se han preguntado ¿por qué la psoriasis se presenta predominantemente en las caras posteriores y no anteriores de las extremidades y en el tronco y piel cabelluda?, o ¿por qué las dermatitis alérgicas predominan en las caras anteriores de las extremidades superiores e inferiores y no en todo el cuerpo? Esto se debe a que seleccionan sitios de daño.
¿Sabía usted que existe un sistema de defensas conocidas como inmunoglobulinas del tipo A, que viven en nuestro intestino y que pueden ser violentadas cuando este ambiente de microbiota se altera con los alimentos y sustancia agresivas como los anabólicos que le inyectan al ganado, cerdo o contienen las aves, o los pesticidas utilizados en los campos de vegetales, amén de conservadores de alimentos para que puedan durar en un supermercado meses, según su país de origen?
Ni que decir del “in crecento” del estrés en el trabajo, inequidad entre la oferta y demanda, las quejas sentidas, o agresiones que son infortunio constante ante el crecimiento desmedido y sin control de las redes, que permisivamente destruyen a semejantes, por sólo el placer de sus insanas y enfermizas frustraciones.
Para concluir, sólo les invito a la reflexión, y les conmino a sumar esfuerzos en este momento en que lo más necesario es la unión, el apoyo, la suma de esfuerzos y la salud del pueblo mexicano. Con lo dictado emulo a Antonio Lozano Gracia y su libro “La fuerza de las instituciones, poder, justicia y seguridad pública”. Urge la salud integral.